El gesto del tizne, dos grandes hogueras y el concurso de migas de peñas protagonizan una fiesta popular única. Rubén Paz anuncia que se ha iniciado un expediente para declarar el día del tizne fiesta de interés
El reloj municipal marcaban las 20:00 horas cuando al redoble de las campanas de la Iglesia prendieron las candelarias de la Plaza de los Portales y la Plaza del Mirador de Fuencaliente. A su alrededor cientos de personas impacientes por sofocar las bajas temperaturas y quemar las corchas con las que poder tiznar la cara a quienes aún no la tenían tiznada.
Fueron más de veinte peñas las que tomaron leña y con el fuego de las candelarias hicieron alrededor sus propias hogueras en las que cocinar migas y carne, en una fiesta típica que de nuevo ha atraído más la curiosidad de personas de otros lugares que llegan al encuentro de una tradición que celebrándose ha estado mucho tiempo siendo conocida solo por lugareños.
PROTECCIÓN DE LA CULTURA LOCAL
El día del tizne tiene historia y la Candelaria de Fuencaliente es una fiesta que da cuenta de la transmisión oral y la particularidad de la localidad. Así, esa historia y lo que en el municipio representa quiere ser protegido, para lo que el equipo de gobierno del Ayuntamiento ha iniciado los trámites para crear una figura de protección a nivel institucional de la fiesta del tizne y promoverá su declaración de fiesta de interés, ha anunciado el alcalde, Rubén Paz.
“Queremos que lo que es importante para los vecinos sea protegido por las administraciones y vamos a buscar fórmulas para garantizar que no se pierda ninguna expresión patrimonio cultural inmaterial de Fuencaliente”, señalaba Paz.